En esta sesión nos proponemos analizar el cuento original de Andersen relacionándolo con una de las más memorables reinterpretaciones de su historia.

Estos son los libros:

            – Hans Christian Andersen (Edición anotada). Notas: María Tatar. Ed. Akal

            – El soldadito de plomo. Jörg Müller. Ed. Lóguez

Andersen nos vuelve a llevar con su obra al mundo urbano, al confortable ambiente de una familia acomodada, un retrato del mundo burgués, con niños que reciben cuidados, regalos y juguetes de sus padres y son atendidos por sus criados. Es un claro contraste con la historia anterior La pequeña cerillera; pero en este ambiente plácido se va a desencadenar un drama protagonizado por los juguetes.

Nos ha parecido un relato menos literario que los anteriores; tiene claras concomitancias con otra historia, El Cascanueces. Cumple también con esa fantasía infantil de los juguetes que cobran vida cuando nadie los ve, cuyo ejemplo más reciente es Toy story.

El soldadito protagonista se presenta como un arquetipo, un personaje sujeto a los vaivenes del destino, con poca capacidad para evitarlo. Nos preguntamos si es significativo que le falte una pierna, si esto lo vuelve más indefenso…

Observamos que en esta historia se presentan abundantes contrastes: juguetes buenos y juguetes malos, niños tranquilos y niños traviesos, un mundo interior amable frente a uno exterior salvaje; también aparecen los tres elementos que abundan en los cuentos tradicionales: aire, agua y fuego que aquí tienen su protagonismo.

La historia nos muestra a unos personajes principales -el soldadito y la bailarina- que no establecen una verdadera relación entre ellos, que son sujetos pasivos de fuerzas malvadas o irracionales (los niños, el troll) o directamente de un destino de origen incierto. El autor se dirige directamente al lector para interrogarlo: ¿Quién ha sido?, las desgracias de los protagonistas no tienen una procedencia clara.

El final del cuento resulta amargo, pero tiene un sentido poético.

En el caso del libro-álbum se trata de un trabajo magistral de Müller como ilustrador. No tiene texto, lo que obliga a seguir el relato mirando las imágenes con extrema atención.

La acción se sitúa en Europa, en un barrio actual y en una casa actual en la que se están haciendo reformas; bajo las tablas del suelo aparece un antiguo soldadito de plomo que pasa a ser propiedad de la niña de la casa. Una mudanza desencadena el viaje del soldadito que, en la tripa de un atún acaba en África donde se nos muestra otra realidad, unas casas precarias, un barrio en un basurero, una familia pobre y un niño que construye sus juguetes con desechos. Viramos a la crítica social cuando se nos muestra, por contraste, la vida de los turistas europeos en ese lugar.

El álbum incluye todos los elementos originales: el soldadito que pasa de ser juguete favorito a juguete olvidado cuando su dueña crece, el recorrido accidental por las alcantarillas (aquí de manera imprevista se reúne con Barbie que es «la bailarina» de esta historia), el viaje por mar abierto, el encuentro con el pez que lo devora, la pesca… y es aquí donde el autor da un giro. El soldadito y Barbie con otros desechos de la pesquería van a parar a un vertedero, donde van siendo quemados. Una mujer los libra de este destino y acaban en casa de su hijo transformados de nuevo en juguetes después de ser basura. Pero para terminar el relato circular, tras ser comprados vuelven a su ciudad como piezas de museo.

Dibujos realistas para esta potente reelaboración del cuento de Andersen en el que se usa magistralmente la doble página o solo una cuando se quiere mostrar el paso rápido del tiempo. En muchos momentos, el autor nos hace adoptar el punto de vista del soldadito.

Una obra de arte dentro de los libros-álbum que nadie debería perderse.