Compartimos en nuestro club esta novela que algunos proponen como juvenil y sencilla, la sencillez en la literatura no es fácil y para otros es una de las cualidades a resaltar.

Hablamos también de lo manido que puede estar el tema de la segunda guerra mundial y de las grandes obras literarias que la han tratado desde muchas ópticas, hablamos de Maus de Spiegelman, de El diario de Ana Frank, de Si esto es un hombre de Primo Levi, El pianista del gueto de Varsòvia de Wladyslaw Szpilman, de Suite francesa de Irène Némirovsky y de tantos y tantos otros!

En este caso el enfoque es el mismísimo Berlín, las élites hitlerianas, la noche de los cristales rotos los cabaret y las transgresiones censuradas y disfrutadas. La resistencia en este entorno, la incredulidad y el tema fundamental “a nosotros no nos pasará”.

Destacar cómo la autora se centra en aquellos señalados con triángulos, no sólo el conocido amarillo para los judíos, el rosa para homosexuales, también el negro para anarquistas, vagos y maleantes… y también personas diversas, personas diversas, enfermas, encasilladas como locas, no funcionales y a las que se trataron de implantar programas que los exterminaran, el plan de la eutanasia nazi, la operación T4.

El debate sobre el silencio cómplice de la población alemana es inevitable, como también la dura represión a la que muchos/as alemanes y alemanas tuvieron que sufrir, fueron los primeros, en ir a los campos, en ser perseguidos asesinados, en sufrir los planes para ser “una raza mejor”.

Si de la novela La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey de Mary Anne Schafer nos sorprendía como hablaba de la explotación de las personas, de los trabajos forzados de la trata de blancas…  de El Silencio de Berlín destacamos el acento en la resistencia alemana a las conductas nazis, el cuestionamiento desde dentro de la propia organización, el valor de los actos pequeños pese a las consecuencias.

Mejor que siga habiendo obras que nos permitan no olvidar y reflexionar, y más en tiempos tan convulsos en los que la diferencia parece no ser vista como una riqueza.

Aran Añaños