Novela negra en una Galicia hace años y hoy, en la que las creencias y los mitos se alían con la niebla para adentrarnos en realidades y una sociedad que no ha cambiado tanto. ¿O sí que lo ha hecho?

Una historia que parece que se repite sin final, la pobreza, los traficantes de tabaco, de droga, poderosos ricos que utilizan el miedo y la coacción, también las debilidades humanas para oprimir, personas que no son lo que parecen y venganza…

Una protagonista femenina, fuerte y decidida, con instinto que lucha entre la corrupción y la superstición, a veces, incluso cruzando líneas, lo personal no puede aislarse.

Hemos disfrutado de su lectura, hablado sobre Galicia y su historia, sobre las madres contra la droga, las marisqueras, la dureza de una vida en la que el clima tiene mucho que decir.

Nos ha recordado a Dolores Redondo y la maravilla de la lluvia y el entorno en su trilogía en el Baztán, a Ibon Martín y el mar, Getxo, la selva de Irati, Pasaia y su entorno, el santuario de Aránzazu, Biarritz… con su serie Ane Cestero, también a Nagore Suarez, y esa ribera navarra, su trilogía de los huesos.

No tanto por el clima pero sí por la trama nos ha llevado también a Javier Cercas a Marina Sanmartín… a un montón de escritores y escritoras de novela negra que suponemos nos atrae tanto porque nos prepara, nos proporcionas respuestas, ante una realidad no siempre justa que supera a la ficción.

Aran Añaños.